Los escudos antidisturbios forman parte importante del equipo extra de protección que deben tener las fuerzas de protección y antimotines de la policía.
Un buen escudo antidisturbios tendría que estar fabricado en policarbonato de buena calidad, resistente. Por lo general este policarbonato es transparente, aunque en ocasiones es oscuro.
Muchos son transparentes porque así quien lo porta puede ver si le arrojan objetos y tiene tiempo de protegerse con el escudo y así evitarse daños.
Hay escudos de distinto tamaño: pueden ser lo suficientemente grandes como para cubrir a una persona de altura promedio desde la parte superior de su cabeza hasta las rodillas. O pueden ser más pequeños, protegiendo la zona del torso. También pueden ser rectangulares o redondos.
Los escudos antidisturbios redondos no son tan grandes como los rectangulares e incluso pueden ser más manejables y funcionales.
Funciones de los escudos antidisturbios
Estos escudos deben tener unos ciertos requerimientos para cumplir con los términos de defensa. Están elaborados para usarse en el control de disturbios y que sirvan como defensa contra golpes e impactos.
Normalmente, el policarbonato debe ser resistente a disparos de proyectiles, piedras, metales, trozos de madera e inclusive a las bombas molotov. En casi todos los países donde hay fuerzas policiales estandarizadas se hace uso de los escudos antidisturbios.
Escudo antidisturbios EGA-60
El escudo antidisturbios EGA-60 está elaborado en policarbonato anti-UV. Este material cuenta con protección extra contra la radiación UV, y resulta muy ligero, con un espesor de 4 mm.
Este escudo es redondo, con un diámetro de 60 cm, y un área de protección de 0,36 m2. Tiene un soporte giratorio de nailon y una empuñadura de goma, la cual tiene un forro de aleación de aluminio para mayor resistencia.
Asimismo, cuenta con una almohadilla especial de 18 mm de espesor, que disminuye eficazmente el impacto, haciendo que los golpes al escudo no afecten hombros, brazos o cuerpo.
En otras palabras, esto significa que la ergonomía del agarre permite disminuir el impacto sobre las articulaciones y evita que el agente sufra daños o lesiones producidas por las vibraciones de los golpes.
Este escudo es de un solo agarre –en el antebrazo–, lo que proporciona una gran libertad de movimientos con el otro, que puede manejar al mismo tiempo otros equipos de defensa.
Se trata de un escudo con una ligereza excepcional, cuya resistencia al impacto soporta energía cinética desde 147 J hasta el estándar. Su peso es de 1,7 kilos, muy manejable para personas de tamaño y peso promedios.
Tiene una transmisión de luz de un 80 %, y puede ser mayor, lo que ayuda en la defensa del portador y a que no exista distorsión visual cuando se observa a través de él.
Por otra parte, la resistencia a puñaladas y a objetos punzo penetrantes es alta, ajustada a la norma; la fuerza de la conexión de agarre y de la banda del brazo es igual o mayor a 500 N.
El escudo es ambidiestro, es decir, para personas zurdas o diestras. Su contorno está libre de aristas y resulta muy efectivo para la defensa.